martes, 13 de mayo de 2008

Premio Nobel de la hospitalidad (II)

Después de encontrarnos (intentarlo, ya que había mucha mucha gente y yo estaba en el otro extremo de la parada, mea culpa) nos unimos con unas amigas suyas a ver el carnaval de los alumnos. Según nos contaron el día siguiente, este carnaval se celebra uno de cada tres años por lo que clink, otro golpe de suerte. El festival consistía en una cabalgata de gente disfrazada y carrozas hechas por ellos hasta un sitio en el que hacían un picnic y luego volvían. A continuación os pongo un par de fotos


Y otra de regalo:


No acabamos de ver el desfile (y estuvimos casi una hora viendo pasar carrozas) nos fuimos a buscar a más amigos de Aida y nos fuimos a comer. Después de comer una hamburguesa de 90g, sus amigos se fueron a casa (decían no sé qué de dormir siesta) y nosotros nos fuimos al centro a buscar a otros amigos de Aida que habían venido de Oslo a ver la ciudad el día anterior pero se iban por la tarde a Tallin. Estaban comiendo al lado de la academia sueca y tenían el hostal al lado mismo. Estuvimos dando una pequeña vuelta por Gamla Stan y nos fuimos rápidamente a buscar el autobús. LLegamos a la parada a las 17:33 (hora no exacta :-) ) , en el marcador de tiempo del autobús ponía que tardaría 7 minutos, así que estuvimos buscando un taxi. No llegaba. El marcador ponía 1 minuto. Resignados, esperamos a que llegara el bus cuando por sorpresa se volvió el contador en 7 minutos. La desesperación se apoderaba de nosotros cuando de repente aparecieron dos taxis libres (necesitaban 2). Después llamaron a Aida y dijeron que les estaban esperando, llegaron justo 5 minutos antes de la hora (18:00). Después nos fuimos dando un paseo hasta Stadion. Es el estadio donde se celebraron las olimpiadas de Estocolmo de 1912 (gracias Wikipedia).

Nada que envidiar de Zorrilla.


Nos quedamos descansando un ratillo allí y después nos fuimos a KTH (su facultad) a que me la enseñara. Todavía quedaba gente del carnaval, mayormente bebiendo o sufriendo las consecuencias de una pronta ingesta de alcohol. La foto de la KTH no os la pongo, podeis poner en vuestro explorador www.google.es, clicar en Imágenes y poner KTH :-) .

Nos quedamos hablando con unos, pero no pudimos alargarnos ya que había cena de su corridor a las 8 (que al final fueron casi las 9). Hacían la cena sus compañeros alemanes (o sea, una cena alemana pero lejos de las rutinarias salchichas wurst bávaras). Llegamos allí sobre las 19.15. Nos cambiamos, venía la gente la mar de elegante por lo que me quedó la duda si ponerme la camisa y que oliera desde un principio o no. Al final me decidí porque no.
La cena consistía de una sopa con una especie de ravioli gigante y después carne con una ensalada de patatas avinagradas y otra cosa parecida a fideos de pasta. De postre, flan y tarta de chocolate. Muy bueno todo. Nos quedamos un rato con ellos pero al final salimos con los amigos con los que habíamos estado comiendo por la mañana. LLegamos a su corridor a las 23.50, tuvimos que irnos a las 23.57 para coger el bus. Después de coger el bus y el metro, llegamos a Slussen. Al principio intentamos entrar en un bar que estaba en un barco llamado Patricia. Pero no nos dejaron porque había unas chicas italianas que habían venido a ver a otra chica compañera de Aida (Franchesca, creo que se llamaba) que no tenían la edad (sólo dejaban pasar a partir de 23 años). Entonces nos fuimos a otro que estaba cerca, llamado Debaser. Pero por no hacer cola nos fuimos a otro, cuyo nombre no me acuerdo que no nos dejaron pasar. La razón: había fiesta gay, dijimos que no nos importaba pero los porteros dijeron que eramos demasiado heterosexuales y venían muchas chicas. Así que nos volvimos al Debaser, consiguiendo entrar a las 2. Cerraban a las 3. Entramos (pagando entrada :( ). Estuvimos allí una hora y nos fuimos a coger el metro a las 3. Vimos como uno del carnaval era trasladado como un saco de patatas en el metro y cómo otro quería hacer un río de vómito en el vagón. Pero finalmente llegamos sanos y a salvo a casa sobre las 3.30 y rápidamente a poner las telas porque pasaba esto:


Jijiji, no me quiero imaginar junio.

Bueno, nos fuimos a mimir y al día siguiente (continúa)

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