jueves, 29 de mayo de 2008

Nada que contar

La verdad que he mirado ahora y me he dado cuenta de que ha pasado mucho tiempo desde la última entrada. La verdad es que ha sido sin querer queriendo. Fue muy duro hacer 4 largas entradas en 2 días con sus fotos, vídeos y demás historias.

En estos días, como bien pone mi título, no hay nada que contar. Al menos en especial. El miércoles 14 (justo el día de mi última entrada) fui a un bar-restaurante muy elegante a ver una actuación de jazz con los compañeros que empezamos en marzo. Estuvo muy bien (aunque no me gusta especialmente ese estilo de música) y el bar era de buen ver, junto al puerto y si salías a la terraza puedes ver la nueva ópera (iluminada de noche, espectacular). Claro, que el precio también es un poquito más caro, 60 DKK por una pinta (alrededor de 8€).

Ahora mismo estamos en mi equipo muy ocupados debido a que dentro de 2 semanas tenemos el lanzamiento de la plataforma RAtor en nuestro cliente (se tuvo que aplazar 2 semanas, teóricamente sería mañana). Y eso.

También esta semana tendré que comprar la entrada para ir al Roskilde Festival con unos compañeros del trabajo. Es un festival de música tipo Benicassim que se celebra en Roskilde, una pequeña ciudad en Sjælland, entre el 3 y el 6 de julio. Así mismo, tendremos que comprar una tienda de campaña vía eBay o algo barato (ya sabéis, usar y quemar).

Para la entrada de hoy había pensado en poneros unas fotos de mi lugar de trabajo, pero se me olvidó esta tarde tomarlas, por lo que mañana a última hora tiraré unas fotillos y las intentaré ponder durante el fin de semana.

Por cierto, este miércoles voy a Valladolid (el jueves es el día de la constitución aquí y me he cogido el viernes libre también. Tengo que aprovechar ya que ésta es el último día festivo hasta Navidad).

miércoles, 14 de mayo de 2008

Premio Nobel de la hospitalidad (y IV)

Bueno, la última entrada para el último día. Este último día aproveché para volver a Skansen y ver el museo Vasa. En él se encuentra un barco que se hundió en el siglo XVI en Estocolmo nada más iniciar su primer viaje. Se reflotó a mediados del siglo XX y ahora han hecho un museo del barco y de paso muestra un poco la vida sueca de la época. Muy bonito, aunque lamentablemente no pude tomar ninguna foto debido a la poca claridad. Después fuí dando un paseo hasta el centro pasando por Östermalmstorg, Stureplan y finalmente el Konserthuset (la primera foto de mi blog) donde se entregan los premios nobel. Después quedé con Aida a las 2 en Sergel Torg (TCentralen) para ir a comer. Fuimos donde estuvieron comiendo los amigos suyos el sábado, aunque este día no hacía muy bueno por lo que nos tuvimos que ir directamente dentro.


San Jorge y el dragón


El bar eran restos de unas mazmorras que estaban bajo tierra. Nos comimos una especie de patata cocida al horno rellena de gambas con salsa cocktail y ensalada. Después dimos un pequeño gran paseo por Gamla Stan y por Södelmalm.


Aida y yo, de fondo la torre del ayuntamiento


Y para finalizar, uno de los compañeros de Aida trajo un pescado en lata que debe abrirse en la calle, ya que el pestazo que pega es de lo lindo. Vamos, que precisamente ese no es el mejor último recuerdo que me querría haber traído. Pero bueno. LLegué a Copenhague a las 21.50, viendo como anochecía más rápido de lo normal (debido a que viajaba al sur). Conclusión: Me lo pasé muy bien, ojalá me hubiese podido quedar más, pero....

El próximo destino será España a principios de Junio y a mediados a Austria. Aún así, espero que Aida me devuelva la visita.



Hasta la próxima, amigos.


martes, 13 de mayo de 2008

Premio Nobel de la hospitalidad (III)

Bueno, seguimos. Mañana del domingo. Nos levantamos relativamente pronto ( a eso de las 9:30 ), desayunamos y nos fuimos a dar un paseo por el centro. Pasamos por el junto al NK (una especie de Harrods sueco), el parlamento, la ópera, el puerto, el teatro dramático (que había una estatua que se dice que la barriga está caliente todo el año y no hay una tubería de calor. Aunque no lo comprobamos porque el día en sí ya era cálido y la pobre estaría sufriendo una insolación) y nos volvimos en tranvía hasta T Centralen.
Una vez allí (sobre las 14.00, para ver la fórmula 1) nos quedamos en el corridor de bea (una de las amigas de Aida) ya que estaban preparando una rica paella que degustamos en una mesa fuera en el jardín. De postre una sandía.
Una vez hecha la digestión (10 minutos), Aida se tuvo que ir a estudiar por la tarde, por lo que me fui a Skansen. Cogí un miniferri en Slussen que me llevaba hasta allí. La parada estaba justo al lado del parque de atracciones.
Bueno, una vez bajé del barquito chiquitito, me fui a Skansen. Éste es un parque que tiene representado en un tamaño más pequeño (pero no miniatura) las casas típicas de Suecia, los pueblos, los pueblos suomis, lapones, etc. Aunque ese día (domingo) no estaba en funcionamiento las representaciones que suelen hacerse. En cambio sí que estaban los animales típicos.
Aquí os pongo algunas fotos de los animalejos. Lo gracioso es que cuando estaba en la jaula de los osos estaban durmiendo por lo que no los ví hasta que pasó una señora del parque en un carrito de minigolf tocando una campana, por lo que se despertaron, algunos de ellos todo loco.


Búho expectante.

Oseznos revoltosos


Oso perezoso

Alce vago






Luego estuve viendo un rato los alrededores del parque y vuelta a Lappis, llegando allí sobre las 20.30. Después de llegar, fuimos Aida y yo a dar un paseo por los alrededores. Me enseñó los lagos que hay al lado del sitio (con sus patos y ranas) y la pequeña playa, en la que estaban haciendo unas personas una barbacoa y había un castillito de arena.

Después fuimos a cenar a un corridor que no me acuerdo de quien era, una ensalada de pasta muy buena y nos fuimos sobre las 23.00 a casa. Allí estuvimos un rato hablando con los compañeros de corridor de Aida que estaban viendo una película que se había estrenado por la tele (Robin Hood con Kevin Costner, creo :-P ) y nos fuimos a dormir, que yo especialmente estaba reventado de andar.

Y..., ya esperais a mañana a que termine mi último día en Estocolmo.

Premio Nobel de la hospitalidad (II)

Después de encontrarnos (intentarlo, ya que había mucha mucha gente y yo estaba en el otro extremo de la parada, mea culpa) nos unimos con unas amigas suyas a ver el carnaval de los alumnos. Según nos contaron el día siguiente, este carnaval se celebra uno de cada tres años por lo que clink, otro golpe de suerte. El festival consistía en una cabalgata de gente disfrazada y carrozas hechas por ellos hasta un sitio en el que hacían un picnic y luego volvían. A continuación os pongo un par de fotos


Y otra de regalo:


No acabamos de ver el desfile (y estuvimos casi una hora viendo pasar carrozas) nos fuimos a buscar a más amigos de Aida y nos fuimos a comer. Después de comer una hamburguesa de 90g, sus amigos se fueron a casa (decían no sé qué de dormir siesta) y nosotros nos fuimos al centro a buscar a otros amigos de Aida que habían venido de Oslo a ver la ciudad el día anterior pero se iban por la tarde a Tallin. Estaban comiendo al lado de la academia sueca y tenían el hostal al lado mismo. Estuvimos dando una pequeña vuelta por Gamla Stan y nos fuimos rápidamente a buscar el autobús. LLegamos a la parada a las 17:33 (hora no exacta :-) ) , en el marcador de tiempo del autobús ponía que tardaría 7 minutos, así que estuvimos buscando un taxi. No llegaba. El marcador ponía 1 minuto. Resignados, esperamos a que llegara el bus cuando por sorpresa se volvió el contador en 7 minutos. La desesperación se apoderaba de nosotros cuando de repente aparecieron dos taxis libres (necesitaban 2). Después llamaron a Aida y dijeron que les estaban esperando, llegaron justo 5 minutos antes de la hora (18:00). Después nos fuimos dando un paseo hasta Stadion. Es el estadio donde se celebraron las olimpiadas de Estocolmo de 1912 (gracias Wikipedia).

Nada que envidiar de Zorrilla.


Nos quedamos descansando un ratillo allí y después nos fuimos a KTH (su facultad) a que me la enseñara. Todavía quedaba gente del carnaval, mayormente bebiendo o sufriendo las consecuencias de una pronta ingesta de alcohol. La foto de la KTH no os la pongo, podeis poner en vuestro explorador www.google.es, clicar en Imágenes y poner KTH :-) .

Nos quedamos hablando con unos, pero no pudimos alargarnos ya que había cena de su corridor a las 8 (que al final fueron casi las 9). Hacían la cena sus compañeros alemanes (o sea, una cena alemana pero lejos de las rutinarias salchichas wurst bávaras). Llegamos allí sobre las 19.15. Nos cambiamos, venía la gente la mar de elegante por lo que me quedó la duda si ponerme la camisa y que oliera desde un principio o no. Al final me decidí porque no.
La cena consistía de una sopa con una especie de ravioli gigante y después carne con una ensalada de patatas avinagradas y otra cosa parecida a fideos de pasta. De postre, flan y tarta de chocolate. Muy bueno todo. Nos quedamos un rato con ellos pero al final salimos con los amigos con los que habíamos estado comiendo por la mañana. LLegamos a su corridor a las 23.50, tuvimos que irnos a las 23.57 para coger el bus. Después de coger el bus y el metro, llegamos a Slussen. Al principio intentamos entrar en un bar que estaba en un barco llamado Patricia. Pero no nos dejaron porque había unas chicas italianas que habían venido a ver a otra chica compañera de Aida (Franchesca, creo que se llamaba) que no tenían la edad (sólo dejaban pasar a partir de 23 años). Entonces nos fuimos a otro que estaba cerca, llamado Debaser. Pero por no hacer cola nos fuimos a otro, cuyo nombre no me acuerdo que no nos dejaron pasar. La razón: había fiesta gay, dijimos que no nos importaba pero los porteros dijeron que eramos demasiado heterosexuales y venían muchas chicas. Así que nos volvimos al Debaser, consiguiendo entrar a las 2. Cerraban a las 3. Entramos (pagando entrada :( ). Estuvimos allí una hora y nos fuimos a coger el metro a las 3. Vimos como uno del carnaval era trasladado como un saco de patatas en el metro y cómo otro quería hacer un río de vómito en el vagón. Pero finalmente llegamos sanos y a salvo a casa sobre las 3.30 y rápidamente a poner las telas porque pasaba esto:


Jijiji, no me quiero imaginar junio.

Bueno, nos fuimos a mimir y al día siguiente (continúa)

lunes, 12 de mayo de 2008

Premio Nobel de la hospitalidad (I)

Lo primero de todo, me gustaría anunciar una nueva categoría de premio Nobel, el de la hospitalidad. Éste ha recaído sobre Aida Abad Álvarez, por su dedicación con su invitado.
Muchas, muchas gracias. Me lo he pasado genial. Como te conté, mi propuesta para ir a vivir allí continua :-P.


Pase por aquí a recoger su premio, gracias.


Bueno, después del anuncio, os paso a relatar mi viaje. Todo comenzó el viernes por la mañana. Hice la maleta por la mañana, antes de ir al trabajo, etc. Luego allí, con las prisas no me dí cuenta de que había metido en el neceser (lo había dejado, ya estaba ahí) el cortauñas y una navaja. Con lo cuál los tuve que dejar en el trabajo.
Mi vuelo salía a las 18.40, con lo que tenía tiempo suficiente para llegar allí directamente desde el trabajo, saliendo a la hora normal. Salimos a las 18.50, pero eso no fue impedimento para llegar a la hora prevista (19.50) al aeropuerto de Arlanda. Una vez allí, tuve que coger un tren (Arlanda express) que en 20 minutos te deja en la estación central de Estocolmo. Muy acogedor y muy rápido. Allí me estaba esperando Aida. Un saludo muy afectuoso (no nos veíamos desde hace casi un año) y nos fuimos a su casa en metro (allí la tarjeta de metro es diferente a la de Copenhague, ya que se puede coger un ticket por X días. Aquí sólo es por viajes o mensual), del que por cierto, me encantó el sonido para anunciar las llegadas del tren. Antes de cogerlo ví la Kulturhuset (sitio muy céntrico) y después al metro (T Bahna, creo).
Llegamos a su casa sobre las 21.15. El sitio era un pequeño barrio de apartamentos de estudiantes (de hecho la parada en que bajamos se llama Universitetet), por lo que había mucha vidilla. El lugar se llama Lappis. Fuimos al super que estaba allí (lo cual me permitió ver a la gente en las mesas cenando, bebiendo, etc) al lado. Cenamos un plato típico de allí, cuyo nombre no me acuerdo. Estaba hecho de patata y carne, cortados en cuadraditos muy pequeñitos y estuvimos hablando un rato con los compañeros suyos de corridor que estaban en la sala de estar. Os voy a explicar un poco esto.
Las viviendas están divididas en pasillos y en cada pasillo (pero que no equivale a la planta entera) hay una serie de habitaciones para los estudiantes. Luego, hay una cocina y una sala de estar para las personas que pertenecen a este corridor. Bueno, creo que me habeis entendido.
Y después a la cama. Tuvimos que poner unas telas para evitar que el sol entrara, sobre todo por mi, que soy más sensible que una margarita (más abajo os contaré a qué hora amanece).
Al día siguiente, Aida tuvo un examen de sueco (nivel 2) por lo que no pudo acompañarme al principio de la mañana. Así que me dejó un mapa y me puso los puntos que podía ir a ver. Dicho y hecho.
Cogí el metro y me planté en T Centralen. Desde allí fui hasta Gamla Stan, aunque antes por el camino pasé por el teatro de la Ópera y el Parlamento.


Columna en TCentralen. A la derecha está Kulturhuset.


Ópera. Junto a ella, hombre a caballo.

El parlamento tenía una fachada lateral muy bonita, y la entrada por el puente también es muy majestuosa (aunque no se puede comparar con el danés, :-P).

Fachada del parlamento



Arco del parlamento









Después del parlamento, fui a Gamla Stan, donde se encuentra la parte vieja y con los edificios más típicos de Estocolmo (entre ellos está el Palacio real y la academia sueca). Me dijo Aida que a las 12.00 era el cambio de guardia, así que para hacer tiempo me fuí hasta el ayuntamiento que también es típico.


Yo y el Kungliga Slottet de fondo.

Era un edificio hecho de ladrillo, junto al mar, con unos bonitos jardines. Fui construido a principios de siglo XX. Y perdona que os tenga que decir que es una copia del ayuntamiento de Copenhague con menos decoración. Aún así, muy bonito y el lugar, ideal.


Desde el interior del edificio consisorial.

El ajuntamiento, digo ayuntamiento.


Una vez visto el ayuntamiento, me dió tiempo a comerme un helado y coger sitio en el cambio de guardia. Sin lugar a dudas, el cambio de guardia es mucho más majestuoso que el que se realiza en Londres. Al principio entran los mozos y se ponen alrededor de la plaza. Y después entran, los soldados-orquesta a lomos de sus corceles seguidos de la guardia también a lomos de jacos.
Bueno, después hacen toda la pompa que dura media hora, etc, etc. Me dijo Aida que nunca había visto el cambio de guardia con caballos y tampoco ninguna de sus anteriores visitas, por lo que soy un tipo afortunado (y no va a ser por lo único). Aquí os dejo un vídeo de cuarto de hora, a los amantes de los caballos y las marchas militares les gustará:





Después de ver la parade, fui a ver la academia sueca (que está al lado mismo) y después fuí a un mirador que estaba pasando Gamla Stan y que podía contemplar todo Estocolmo.


La academia sueca.

Después fuí a un parque a descansar de todo mi recorrido (y sudada), tomar una cerveza fresca y llamar a Aida para quedar. Una vez quedamos...., os lo contaré mañana, que es muy tarde y esto muy largo.

domingo, 4 de mayo de 2008

Semana (casi) en blanco

Bueno, el título he intentado que sea lo más descriptivo posible.
Ha sido una semana en la que el jueves ha sido fiesta (como la mayoría de mis lectores habrá tenido, :-P). Y el miércoles vino el cliente a la oficina (ese día no fuimos nosotros a la suya, en Copenhague) y el viernes trabajé desde casa. La razón: me dijeron que todo el resto del equipo se iba a quedar en casa "trabajando", por lo que si yo también me quería quedar, decidiese.
Finalmente me quedé, ya que tenía que ir al banco a hacer unas cosillas. Desafortunadamente, todos los bancos no abrían ese viernes (malditors banqueros vagors). Aunque pude hacer las transacciones pertinentes por otros medios.

También semana casi en blanco en lo referente a las clases de danés. Sólo fuí el martes (jueves fiesta) y se incorporaron dos personas nuevas a la clase (una coreana y un indio, de los mahasapetilan), por lo que la clase fue en gran parte vuelta a las primeras que tuve.


El miércoles tuvimos nuestro friday beer, aunque de forma escueta, ya que no había muchas cervezas y el resto se reservaban para el viernes. A las 5 salimos de la oficina a tomar otro trago al centro. Fuimos a Nyhavn (el puerto con las casas de colores) a tomarnos unas latas de cerveza. Y no, no es que no tuviesemos dinero. Es que hay mucha gente que allí se toma unas cervezas traídas de casa a la orilla del canal y no son sólo jovenes y borrachos.
Después fuimos por Strøget a tomar otro trago, esta vez en un bar. Fuimos a un irlandés que está en Amagertorv. Ese día empezó a llover por la noche (después de varias semanas sin caer ni gota) por lo que se me quitaron las ganas de salir.
A la mañana siguiente, fiesta de los trabajadores, seguía lloviendo por la mañana, no presagiando un día muy apetecible. Pero después de comer la cosa cambió y aclaró un poco. Fuí con dos compañeros de trabajo (Eduardo y Luca) a un parque en el que estaban las casetas. Allí quedamos con Donald (otro compañero de trabajo, camerunés) y un amigo suyo. Estaba interesante, ya que había gente por el parquecillo a pesar de que el día no iba muy bien. Yo creo que también animó la fiesta que la final de copa se jugó a las 15 horas en el estadio que está justo al lado de Fællend Park (el parque de la fiesta). Ganó el Brøndby, por lo que se pudo ver mucho hincha con camisetas amarillas.
Justo cuando dejabamos ya el parque con la fiesta de los rojos, cayó todo lo que no había caído esa tarde, lo cuál también dificultaba que pudiesemos coger un autobús si no queríamos ser engullidos por la masa de gente. Media de hora de espera, pudimos coger uno. Fuimos a un bar a lado de Rådhusplasden cuyo nombre no me acuerdo (no, no es que no me quiera acordar, es que no me acuerdo directamente) que ponían una cerveza roja muy buena por el módico precio de 60 DKK (unos 8€). Los que se sorprendan por esta cantidad: es un bar céntrico, por lo que los precios son un poco más caros. En la mayoría de bares (hablo sobre todo de los nocturnos) ronda entre 40-50 DKK, lo cual no creo que os alivie.
El viernes salí y el sábado me quedé en casa.

Bueno, la foto del día. Ya puedo decir que soy un noctámbulo y me voy a casa cuando amanece. Y no, no me he ido a las 7 de la mañana. Esta foto está hecha cuando cerraban los bares, a las 5. Llegué a casa un poco antes de las 6, imaginaos que sol había a esa hora.
(En esta página podéis ver que me iré a casa aún más cerca de cuando el sol esté en su cénit, aunque sea sólo un poquito más.



Viendo la foto un poquito más, no es que parezca muy de día. Pero el sol está saliendo y puede ser que la calle en la que estaba fuese muy estrecha y las farolas apagadas no ayudasen mucho, pero el al fondo veis que ya clarea. (La farola que se ve en medio de la calle está apagadísima).

(Voy a mover todas las fotos del móvil al ordenador. La memoria no es muy amplia y necesito todo el espacio posible. El próximo finde me voy a Estocolmo).